sábado, 23 de mayo de 2009

Instrucciones


No soy de seguir instrucciones: ni las de los recetarios, ni las de los médicos...

Hace poco, una noche de insomnio me regaló horas de divagación y de lectura de montones de etiquetas de frascos que tengo en mi cuarto. El saldo de aquella noche fue, además de la depuración de productos vencidos, esta reflexión basada en las instrucciones de las etiquetas:


Hay mañanas en las que necesito agitarme antes de ser usada, tardes en que debería conservarme en un lugar fresco y seco y noches en que soy inflamable.


Mi jefa cree que soy reciclable, mis amigos que soy recargable, mi madre que soy prohibida para menores de edad.

Yo creo que hay emociones que deberían expenderse bajo receta médica y de observarse irritación suspender su uso.


y si me pusieran una gran etiqueta que diga: "Manténgase alejada de fuentes de calor", se enterarían que no soy de seguirlas (además de friolenta)


viernes, 15 de mayo de 2009

Frozen



De haber sido toda su vida duro, frío, imponente y casi indestructible, el iceberg murió a causa de una inesperada ola de calor.

Si yo fuera un cubito de hielo querría morirme en el calor de la mano de un amigo, o la tibieza del pecho de mi amante. (y mi alma de agua, convertida en vapor se elevaría al cielo)




domingo, 10 de mayo de 2009

Fórmulas angelicales



Angelote me sigue heredando en vida.
Hace poco conversamos...

Angelote:Siempre espero lo mejor de la gente, por eso tiendo a sentirme decepcionado.
Rous: Somos dos.

Y este estado permanente de potencial decepción por alta expectativa se originó cuando siendo yo una niña, Angelote me reveló una de sus fórmulas, según él, para ser feliz y empezó...

A: Hijita, si alguien te hace algo que te molesta y te hace sentir mal, hay tres cosas en qué pensar para enfrentar esta molestia, pero es muy importante que sea en este orden:

1. Lo hizo por tu bien
2. Lo hizo sin querer
3. Está equivocado (a) y en algún momento tendrás que perdonarlo (a) y la mejor manera de saberlo es preguntando por qué lo hizo.


R: ¿Y si no me responde?
A: Ah! en ese caso, posiblemente tengas que perdonar a alguien que estuvo equivocado. Normalmente los equivocados, hacen cosas... pues equivocadas y no saben exactamente por qué. Por eso podrían lastimarte y no saber qué responder cuando les preguntes el motivo. Igual, en algún momento, tendrás que perdonar.

R: ¿Y por qué tendré que perdonar?
A: Para que seas mejor persona hijita.
R: ¿Mejor que quién?
A: Mejor que tú misma

Aunque me abrumó dicha frase, decidí obedecer y lo puse en práctica.
Para muestra, este par de ejemplos del experimento con la fórmula y sus respectivas conclusiones:

Ejemplo práctico 1
Hecho: Claudita me aventó arena en la cara mientras jugábamos.
Aplicación de la fórmula:
Pregunta número 1: ¿lo habrá hecho por mi bien? Era poco probable.
Pregunta número 2: ¿Sin querer? Tampoco. La niña me estaba mirando directamente cuando con puntería certera me disparó el enceguecedor puñado de arena.
Aún así, para no quedarme en supuestos pregunté "¿Claudita, (niña fea y con cara de poto) por qué me aventaste arena en la cara?" Ella no me respondió.
Concluí en que estaba equivocada y sin esperar que me pidiera perdón y, sin ganas de perdonarla realmente, le dije: Te perdono!
Extrañamente, ella se echó a llorar y se fue.

Conclusión: la fórmula de papá funcionó mejor que una jalada de pelo o una patada contra Claudita. Conclusión adicional: qué locas somos las mujeres. Inclusive desde niñas.

Ejemplo práctico 2
Hecho: Mi novio me sacó la vuelta, teniendo una relación paralela, mintiéndome y ventilándose con "la otra".
Aplicación de la fórmula:
Pregunta número 1:¿Por mi bien? Ni de a vainas.
Pregunta número 2:¿Sin querer? Menos, tan cojuda yo no era.
Aún así, entre lágrimas, le pregunté: "¿por qué lo hiciste (maldito hijo de p. no ves que me has roto el corazón?)"
Respondió con un montón de mentiras.
Yo no pude perdonarlo hasta mucho tiempo después. Tampoco pude volver a amarlo. Algo dentro de mí se había consumido, junto conmigo.
Conclusión: la fórmula de papá de nuevo funcionó. Porque, aunque me dolió y sufrí, desarrollé un radar especial para detectar mentirosos. También aprendí a que nada justifica una mentira, por pequeña (o blanca) que sea.


Lo que no aprendí y hasta ahora no aprendo es a no decepcionarme. Porque sigo esperando lo mejor de la gente... sigo esperando quedarme en la primera pregunta y, aunque muera de miedo, sigo creyendo.
Cada día descubro que tengo más de Angelote. Más que sólo genes y apellido.


si quieren ver una foto mía con Angelote pueden verla aquí.
Acá hay otra de Angelote (post chiquitito con otra de sus herencias)