jueves, 27 de marzo de 2008

LA OFICINA





Me conecté de nuevo a la Matrix laboral. Mis cortas vacaciones playeras me dejaron un color de piel entre dorado y “negra Tomasa” maravilloso. 475 correos electrónicos sin leer me recibieron de brazos abiertos y, además, mi gatito gordo y morado de la suerte, mi troll de pelo verde y un balserito del Titicaca minúsculo que habitan sobre mi escritorio y que son testigos de mi diaria transformación en energúmena.

Antes de hablar de “lo mejor de mi chamba”, me sacudo (mismo perrito que sale del agua) de todo discurso panfletario para reconocer que los lugares que más me gustan de la oficina son: el baño de mujeres y la salita del café. Es en ambos lugares donde uno se nutre de un cierto espíritu de cofradía y también, donde se puede ser testigo del principio y fin de una taza de café: desde que es bebida hasta que se expulsa por obra y gracia del proceso digestivo y excretor de nuestros cuerpos.

Y a todo… ¿Qué? Pues nada. La salita del café es donde la gente habla del fin de semana, de la cantidad de trabajo que hay por hacer y de las propiedades de la cafeína como para justificar el consumo de esta deliciosa droga legal, social y hasta obligatoria.
El baño, por lo menos el de damas, es el lugar donde las chicas no siempre vamos a hacer pis o popó (por suerte). Nos miramos al espejo, nos acomodamos la ropa, nos lavamos las manos mil veces o simplemente utilizamos el recinto para secretear, nada menos. Y..claro, lo único capaz de alejarnos del baño es alguna repentina e inevitable pestilencia humana.

Como dije, ambos lugares tienen un espíritu de congregación que nos hermana que nos hace iguales ante una debilidad o una necesidad fisiológica. Nos olvidamos de los rótulos y los títulos para ser simplemente humanos. Por eso me gustan pues!

Capítulo aparte (punto y guión)
Todos los amigos especiales que conocí en mi chamba serán objeto de otro capítulo. Como quien no quiere la cosa, entre ellos están: Mamá Tru, mi Tía Amelia, Jaidi, Rox, Adri Chanchitos, Maric…hay más pero como dije ya los estrellaré al lanzato cuando sea necesario. ¡TOLOGO!

Mis vecinos de escritorio: Balserito del Titicaca, Troll peliverde y Gato gordiflón de la suerte.

10 comentarios:

Pierina Riofrío dijo...

Discrepo contigo. El baño de la oficina es: o para hacer mono, o para lavarse las manos después del mono,o para abrir y cerrar su puerta con dejadez o con furia.

Anónimo dijo...

hmmmm...

wolf...

Anónimo dijo...

La Oficina...concuerdo contigo en decir que es el lugar en donde he tenido la oportunidad de conocer personas valiosas e importantes para mí. Está de más decir a quiénes me refiero. Sé que ellas lo saben perfectamente.

P.D: EXTRAÑO EL CAFÉ DEL PISO 3. En realidad extraño TODO del Piso 3!!! snif..

Anónimo dijo...

ese gato gordo es lo máximo...jajaja!!

Anónimo dijo...

ese gato gordo es lo máximo...jajaja!!

Rous dijo...

Picuruta ¿qué es mono? ¿acaso eres tú una de las causantes de las intempestivas pestilencias humanas?

A wolf no le gustó la entrada...

Hay chicas que extrañan otro piso...el 14 por ejemplo... y el minino morado agradece el piropo. muack!!!!

Pierina Riofrío dijo...

Mono = fecaloma. Y tú no me vas a decir que jamás has moniado en el baño de la oficina ¡que esa no te la creo! Acá todos hemos emitido olores fétidos en los baños ¿o no?

Rous dijo...

demasiada información!

Anónimo dijo...

El baño de mujeres siempre será cómplice de todas las conversaciones.... :) ese balserito puneño es muy lindo.. imagínatelo en ese lago azul tan lindo!!
mama tru.

Rous dijo...

sobre el lago azul, bajo el cielo celeste, fumando del humo verdeeeeeee jajajajjajajajaja