Ayer abrí mi correo caliente (me encanta decirlo en castellano) y encontré una comunicación de los chicos buenos de NIVEA que me decían que habían publicado algo que les mandé. Ellos habían hecho una encuesta porque querían saber qué era lo ya no ya-non plus ultra beautiful para mí. Y… bueno les mandé una foto mía, por supuesto. Además un pequeño texto donde les decía que para mí la belleza era bla, bla, bla y la admiración de lo imperfecto de la Naturaleza. Creo que les gustó y juaz! lo publicaron.
Corriendo empecé a bombardear a mi familia y amigos con el link para que “aprecien” la distinción que los chicos buenos habían tenido conmigo al publicar mi carabina con balines en su web celeste.
Ya me imagino a mi mami dando clic y esperando y esperando…y…bueno…esteeee…esperando un poco más…¿ya? Un poco de paciencia por favor y, bueno… demora un poco pues… depende de tu conexión mami. ¿Te mando un print? (Para los jahairos que no sepan lo que es print, se trata de la copia de la imagen que aparece en la pantalla de la PC) Así las cosas, o aceleran la web los chicos buenos o le cambian de nombre a la paginita por NILAVEA.
Lo cierto es que a donde sí mandé el print fue al club GG, en vista de que a sus distinguidos miembros les pesa hasta las pestañas esperar unos segundos, minutos u horas por algo. Ni modo.
Además, por ser tan selecto dicho CLUB debo sentirme agradecida de pertenecer a él y haber sido designada su presidenta por 3er año consecutivo. Pero más agradecida me siento con los chicos buenos de NIVEA, no sólo por la publicación sino por ser los responsables de mi dorado bronceado veraniego, splash ¿soné a publicidad?
Recuerdo la superlata de crema NIVEA azulina, con su rico olor, aspecto de yogurt griego y sus beneficios contra la erisipela. Y ahora tiene todo un arsenal de productos como varitas mágicas, conejos, sortilegios y sombreros para hacer magia contra las arrugas, la celu y demás. Y ya para no dar más lata azulina con el tema, les cuento que ayer fui con mi tía Amelia por un helado 0% colesterol y nos encontramos con su asesor de modas, bien nice él y alucinadísimamente feliz porque le habían dado permiso de ir con jeans a trabajar los viernes. Pensé: ¿yyyyyyyyy? yo siempre vengo a trabajar en jeans los viernes. ¿A qué venía el comentario? ¡A la reflexión naturalmente! De que uno no valora lo que tiene, hasta que otro lo aprecie o lo anhele. O sea, las regias que no necesitan NIVEA ni nada, ni se enteran de hay quienes venimos luchando día a día para vernos GONITAS o graciositas por lo menos.
Corriendo empecé a bombardear a mi familia y amigos con el link para que “aprecien” la distinción que los chicos buenos habían tenido conmigo al publicar mi carabina con balines en su web celeste.
Ya me imagino a mi mami dando clic y esperando y esperando…y…bueno…esteeee…esperando un poco más…¿ya? Un poco de paciencia por favor y, bueno… demora un poco pues… depende de tu conexión mami. ¿Te mando un print? (Para los jahairos que no sepan lo que es print, se trata de la copia de la imagen que aparece en la pantalla de la PC) Así las cosas, o aceleran la web los chicos buenos o le cambian de nombre a la paginita por NILAVEA.
Lo cierto es que a donde sí mandé el print fue al club GG, en vista de que a sus distinguidos miembros les pesa hasta las pestañas esperar unos segundos, minutos u horas por algo. Ni modo.
Además, por ser tan selecto dicho CLUB debo sentirme agradecida de pertenecer a él y haber sido designada su presidenta por 3er año consecutivo. Pero más agradecida me siento con los chicos buenos de NIVEA, no sólo por la publicación sino por ser los responsables de mi dorado bronceado veraniego, splash ¿soné a publicidad?
Recuerdo la superlata de crema NIVEA azulina, con su rico olor, aspecto de yogurt griego y sus beneficios contra la erisipela. Y ahora tiene todo un arsenal de productos como varitas mágicas, conejos, sortilegios y sombreros para hacer magia contra las arrugas, la celu y demás. Y ya para no dar más lata azulina con el tema, les cuento que ayer fui con mi tía Amelia por un helado 0% colesterol y nos encontramos con su asesor de modas, bien nice él y alucinadísimamente feliz porque le habían dado permiso de ir con jeans a trabajar los viernes. Pensé: ¿yyyyyyyyy? yo siempre vengo a trabajar en jeans los viernes. ¿A qué venía el comentario? ¡A la reflexión naturalmente! De que uno no valora lo que tiene, hasta que otro lo aprecie o lo anhele. O sea, las regias que no necesitan NIVEA ni nada, ni se enteran de hay quienes venimos luchando día a día para vernos GONITAS o graciositas por lo menos.
Aquí el print... dale clic y, si tienes suerte, verás hoy la página, o tal vez mañana.
3 comentarios:
Muy atinado tu comentario, considero que el mejor es el de Rous...
¡Ojalá a los chicos buenos les guste tanto como a ti y me manden un camión cisterna lleno de crema!
siiii!! pídeles cremita para todooooo el año..que bueno que te hayan publicado!
besitos
Pd: pucha mira la hora en que aún estoy despierta, ni modo, ya falta poco o casi nada juerzasssss
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