Yo debo obligar, yo obligo (la encuesta, oye)

Pucha… ahora me siento cuál sargento sentado frente a su pelotón gritando y pensando a la vez: “¿me temen o me respetan condenados?” Y eso pues es lo que resulta de la encuesta que anduvo colgada a la siniestra de este empalagoso blog. Pues el 29% respondió que lo leía por obligación, porque “yo”, la dulce y candorosa Rous, los obligaba.

Es decir, por un lado tengo amigos, conocidos y a mi mamá que se someten a mis peticiones, lo cual me halaga. Pero, por el otro, puede que no tengan el mínimo interés en husmear por aquí para probar de este mazapán y piensen “esta loca ya mandó su correo, ya llamó 3 veces para decirnos que ya actualizó … ya, ya, leeré una líneas y le comentaré algo para que deje de joder”. ¿Será? Pues yo cual Maquiavelo (el fin lo justifica ¿no? Así que me daré por halagada y dormiré el sueño de Gandhi.

Luego el 64% respondió que les gustaba. Vale aclarar que yo no voté y me arrepiento pues en primer lugar soy lectora asidua y en segundo porque si Alan García puede votar por sí mismo, ¡yo por qué no!

El 11% respondió que lo leía porque no tenía nada qué hacer. O sea, como no tienen una vida se quieren ganar con la mía. ¡Provecho!

Finalmente, el otro 11% dijo que lo leía porque yo era su hija. Les pregunté a mis papis si habían votado y los dos dijeron que no. O sea, encima hay un par de estafadores por ahí que se quieren hacer pasar por mis viejos. ¡Ya! Pueden no estafar y sólo son un poquito irresponsables con sus declaraciones y me quieren tanto que me han apadrinado-amadrinado. Si fuera este el caso, se agradece el cariño.

Ahora, para que 2 personas representen el 11%, quiere decir que sólo 17 personas votaron y dos de ellas marcaron más de una opción (ah, pendejos). O sea, he escrito 86 entradas (sin contar esta) de puro catarsis neofabulesco, intenso y atolondrado para 17 personas que leen mi blog… 18 conmigo (que soy lectora asidua recordemos). Pues créanme que se merecen más porque que me dediquen 1 minuto de su ocupadísima y hermosísima vida en su lectura ¡ES MUCHO! Gracias, gracias, gracias, etc.