Antes de ayer encontré una decena de botellas de agua mineral vacías en mi carro (de 600 ml c/u). Fue el saldo de casi una semana de una sed descontrolable y selectiva: "sólo agua mineral".
Asustada ante la cantidad de basura que puedo albergar bajo los asientos del Massty (car), le cedí el honor de ayudarme a limpiar a mi mamá. Ella feliz.
Pasó el camión de la basura.
De pronto vi a mi mamá perseguir al camión, botellas en ristre para dedicar, a los nobles señores basureros, mi basura.
De no ser por la oportuna ayuda de mi mamá, me hubiera faltado sólo mi triángulo de metal, pintar en el pompis de mi Massty un sello de la municipalidad y pasar por las noches recogiendo lo que nadie quiere más.
Lo que apesta, lo que alguna vez fue recipiente o alimento, lo que limpió, lo que no dejamos que nadie vea, lo que tocó nuestra piel, el registro de nuestros costumbres: simplemente basura. Basura de colores con destino incierto y enfadoso olor. Basura de todos.
4 comentarios:
Solo pa dejar claro...
a ti no te escribirían en el auto "Yo amo mi tierra" sino yo Amo mi plastico.... ¿?
ni lo uno, ni lo otro. A mi me escribirían: mamacitaaaaaaa! jajaja
Prejuicio! No estaba feliz, solo colaboraba con ubicar los envases vacios donde correspondian.
Sonrei porque fue gracioso ir tras el camión de basura.
La falta de tiempo,nos cargar a veces de desperdicios... en fin
Alis
la falta de tiempo para explicar algo nos carga de errores ajenos (que vienen a ser los desperdicios)
la falta de tiempo para enamorarse nos carga de momentos apasionados leves, efìmeros (que vienen a ser los desperdicios)
bien filosòfica la Alis no?
ta bien
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