Estás ahí
frente a la puerta de ese departamento rentado pensando “este es mi hogar” y finalmente sé que lo crees.
Todo huele a ti y tiene tu “onda”. Siempre algo rojo, algo morado y algo gris.
La colección musical, que ahí atesoras, te
llena de orgullo.
Es tu
palacio.
Tienes esa
extraña afición por andar descalza, por todo el lugar -por pequeño que sea y
sin importar que haga frío o calor- con una taza de café o una copa de algo en
la mano. Esa eres tú.
Ese es tu espacio y tus manías.
Tu cama es
ese altar sagrado, de acceso infranqueable. La reserva natural con tu apellido.
(Por tanto, de disfrute de “tu estado natural”).
Y todo es
especial porque tú lo quieres así. Porque tienes un cuerpo y sentidos que merecen
ser inocentemente satisfechos.
Es lindo que finalmente hayas quedado convencida
de que tienes: ojos para ver, gusto para comer...
No miras
atrás excepto para reconocer que te perdiste de ti misma por mucho tiempo. Ya
dejaste de llorar por eso y de culpar al mundo entero por tus propias
decisiones. ¡Bravo!
Aunque llorar por haber sido injusta contigo
misma fue, en algún momento, un importante paso, hoy lo entiendes como autocompasión
y no te gusta más.
Miras
dentro de ti, hablas contigo misma y encuentras en ti un universo tan peculiar
y feliz. Concluyes que lo único que necesitas en la vida es vivir.
Hablas contigo misma. Te escribes a ti misma y
lo posteas en tu blog.
*Suena All
Night Doctors de Bush
**Tomé prestada la imagen de felixinclusis
1 comentario:
El magnifico universo de Rous...!
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