viernes, 7 de marzo de 2008

Cosas del Misti






Como todos tengo un grupo de amigos especiales. Sin que esto se refiera a alguna discapacidad (ni de vainillas) son especiales porque son mis cómplices y yo de ellos. Porque se eso se trata la amistad, de una sociedad sin fines de nada más que la propia amistad. De un intercambio de secretos, un lazo invisible. De un contrato de paño de lágrimas, sin penalidad. Un tratado de buenos momentos y buena comida, una foto de brindis.

En este importante rubro, está mi amiga Rosita. Sí, claro mi tocaya. Ella aunque no tenga hijos, ha decidido adoptar a todas sus amigas y a su perro. De ahí que le digamos: “Mamá Tru”. Aunque es chiquita, es 99% pulmones, de ahí que la podamos identificar a distancia si se le ocurriese soltar la carcajada. Colecciona ollas e inciensos, ambos para preparar cariños para sus amigos a régimen de vegetales y frutos del mar.

Una noche en que mi tía Amelia y yo nos disponíamos a irnos de bares con Mamá Tru, nos dimos con la sorpresa de que Mamá Tru se había puesto su pijama “mata pasiones” (así como las medias Merrell que se pone mi Tía Amelia para dormir) y se había metido a la cama. ¿Y ahora?, nos preguntamos. ¿Nos vamos? Y, de repente, juaz! se prende la luz de la ventana de Mamá Tru quien se asoma, ataviada con sus ruleros, a decirnos: ¡SHICASH, DIVIÉRTANSE! Tal frenillo nos hizo cuestionarnos si seguir llamándola Mamá Tru o pasar a decirle abuelita. Esa noche la risa nos duró más que los tragos que nos tomamos en el bar.

A esta altura del relato, si Mamá Tru está leyendo esto, debe estarse riendo mucho o llorando, o las dos cosas. Porque ella es muy emotiva y dulce a la vez. Es el Shirley Temple de la lista de tragos de mi karaoke favorito, el último mordisco de pan con mermelada de piña, la canción de niños que recordé ayer.

Ella está un poco lejos ahora. Se fue a Arequipa a morar a los pies del Misti porque está investigando si puede construirse un batán con roca volcánica metamórfica para chancar dientes de ajo y cocinar cosas ricas. Así, entre tanto, la extraño mucho y espero llegue pronto para regalarle un poco de la crema NIVEA que me enviarán los chicos buenos a mi casa en un camión cisterna gigante.



Mamá Tru y yo asaltando la cocina de mi casa.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustaria ser tu amiga para que escribas lindo como a la TRUE...

Rous dijo...

uy! somos argolleras ah?

Anónimo dijo...

oe, quien es esa mamatru ?
hmmmm, no se le ve tan vieja como la pintas uh?
dile que me envie una foto de ella en bikini, ok?

el atrevido wolf...
taparako@hotmail.com

Rous dijo...

Mamá Tru es una beba, como yo pero más chiquita!!!!

Anónimo dijo...

Mama tru se puede resumir en una frase:
Un EXITO ROTUNDO!

Jaidi

Anónimo dijo...

extraño a mamá Tru...es una persona muy especial para mí, desde aquí le mando un beso-T..MUAC!!!

Rous dijo...

Mamá Tru es más famosa que el Misti!!!
Cosas del Misti no?