miércoles, 6 de febrero de 2008

mi tía AMELIA


Mi tía Amelia no es mi tía en realidad aunque soy un poco su sobrina, tampoco se llama Amelia pero la quiero. De todos sus sobrinos estoy segura de soy una de sus predilectas.
Ni más ni menos linda que cualquiera, es una monada monísima y aún así anda buscando a golpes su cintura, indaga sobre implantes y cree en algunas dietas.
Tiene por hobbie coleccionar cachivaches que se compra en la avenida Argentina o en Autolandia. Los compra siendo artículos caros, pero al no usarlos es que pasan a la categoría de cachivaches. También tiene la habilidad de encontrarse cosas extrañas e interesantes.
Una vez se encontró un muñeco de He-Man morenito en nuestro bar favorito. Y anduvo jugando con él hasta que se aburrió y lo dejó en una repisa de su casa, la que limpia de vez en cuando, que es donde se percata de que el muñequito de “buen cuerpo” existe.
Hasta hace poco anduvo muy ocupada con un perrito que encontró en la calle. Le dedicaba tanto tiempo que sus sobrinos y sobrinas andábamos celosos de la dichosa mascota. Más aún porque ni siquiera era suyo. Este perrito ya tenía hogar pero se encariñó mucho con mi tía Amelia y ella con él.
Lo malo con el perrito era que a veces mordía a mi tía y la hacía llorar. Gracias a Dios sus sobrinos, quienes tenemos conocimientos en primeros auxilios, acudimos presurosos a curarla (o pretender hacerlo).
Afortunadamente, el perrito, ingrato este, decidió volver a su casa y dejar de morder a mi tía quien está a la espera de que la vacunen contra posibles rabias.
A mi tía Amelia el buen humor le sobra, le gusta reírse de todo y es bueno verla así. Pertenece a Clubes selectos como el de las GG´s, es del entorno de Pepe y Lucho Pasquale. Le encanta beber leche con alcohol, tiene un amigo que es Cura, otro gay y un asistente personal de modas, que así como yo también es su sobrino. Ella es una buena tía que engríe a sus sobrinos, por eso la queremos y le perdonamos que abra su boca, muy grandota, y nos hable feo cuando se le antoja. Porque de la misma manera abre su corazón grandote, nos regala una sonrisa amplia, su compañía y hasta a veces su preciada leche con alcohol. Así es mi tía Amelia por eso le quiero y aquí me detendré pues cuando lea esto podría quedarse dormida, por lo extenso o porque está viejita la pobre.

4 comentarios:

Armée De L´Air dijo...

mazapanicoz evangelizados amazaditos ,adoctrinados en el arte,subditos ,ciudadanos del gusto por la palabra ,amantes de paisaje letril ....se amplia el bosque de robustos arboles textuales,y es que mejor y fecunda pluma no puede haber,veo acercarse un tomo de amplio volumen, en cuanto menos imagines ya estaras firmando la decima edicion del primer libro,.....y yo hare cola para la decima firma en el mismo libro ,...me permitiras una onceava firma ?? ...

Anónimo dijo...

jajaja qué buena! he man es un patita que amelia conoció y uno de sus cachivaches es un subaru. Solo toma "orgasmos": leche con alcohol??? jajajaja.
Yo soy uno de sus sobrinos jajajajajaja

Anónimo dijo...

ahh y también es fanática del SHOPPING..club al que pertenezco de vez en cuando, en realidad más vez que cuando..pero la tia Amelia, me supera...de lejossssss en esta afición..jajaja

Rous dijo...

No quiero que el perrito contagie de rabia a mi Tía Amelia...