martes, 15 de diciembre de 2009

Liando bártulos


Pronto las cajas de cartón estarán llenas de cosas que me atan al pedazo de tiempo que más amo: mi vida.
Tiraré la mitad de todo a la basura y me quedaré mirando la tierrita que nunca llegué a limpiar en algún rincón de mi habitación.
Me mudo!

Dejando mis buenas vibras, recuerdos de colores y algunos sueños en el espacio que encontró mi independencia.

Para que alguien más lo ocupe y llegue como yo, años atrás, con la esperanza de cambiar el mundo, cambiando.


Por cierto, cómo pesan mis libros!

martes, 1 de diciembre de 2009

Fue Teté


A veces las mujeres hacemos o decimos cosas sin aparente sentido....
(Perdón. Antes de que mis cogéneres me odien o dejen de seguir este blog, aunque me refiera a la mayoría de nosotras, hablaré por mí y aquí voy de nuevo)
A veces hago y digo cosas sin aparente sentido. Un chiste puede irritarme y un piropo sonarme a insulto, sin lógica o causa racional.
A veces digo "no" cuando soy un tremendo sí.
En ocasiones un "Ok" que salga de mi boca puede ser la antesala a una paz armada y un suspiro largo puede significar la peor muestra de desprecio y subestimación de quien tenga en frente.
Inclusive me daría miedo ser hombre y que mi novia pregunte: "¿estoy gorda?" o "¿esto me queda bien?" Pavor!

Si hasta aquí, alguna lectora se sintió identificada, puedo decirle que por eso la mayoría de los hombres nos confunde con locas.
Ni qué decir de nuestra conducta cuando tenemos el periodo.
Caballeros, si hay mujeres cerca comiendo chocolate con desenfreno o quejándose de cólicos, es una alerta de periodo menstrual inminente. Mi consejo, por su bien, es que cuiden de sus palabras, miradas, gestos, respiración y el largo etcétera.
(Dicen que durante el embarazo los síntomas del periodo son descomunalmente superiores. Pero no me atreveré a hablar de las valientes que pasaron por esta hermosa y accidentada etapa, porque ni he pasado por ella y no estaría aquí de no haber sido porque causé antojos, vómitos y soponcios de mi madre cuando estuve en su panza, punto).
A lo que iba con todo este vergonzoso recuento es que no se trata de locura lo de nosotras las mujeres, sino de ciclos hormonales que nos desestabilizan emocionalmente.

Desde hace algunos meses empecé a reconocer los míos y noté que puedo ser una destructora de egos, asesina de ilusiones o la peor de las ingratas cuando estoy con el bajón hormonal encima (suele coincidir con el periodo). Mi timeline en twitter*, me ha delatado muchas veces de que estoy atravesando el más indecentemente bajo y jodido nivel hormonal del mes o la semana (sí, a veces es semanal).

Recientemente, alguien muy especial para mí, bautizó esta etapa como "el hormonazo" y yo a cambio de tan acertado nombre, publico este post y me comprometo a reconocer mis ciclos hormonales para:

1.- No fastidiarle la existencia a mi prójimo; y
2.- Si llegara a hacerlo explicar que no se trata de locura si no de " el hormonazo". Es decir, yo no fui, fue Teté, pégale, pégale que ella fue!


Y san se acabó. Las mujeres no estamos locas... aunque aceptaría vivir una sana locura de amor de vez en cuando....

*status en 140 caracteres, para quienes no usan twitter
**La genial Maitena con su elocuente ilustración acompaña mi post