Todavía no me repongo del ajetreado fin de semana. ¡Lindo! Inaugurado con un maravilloso picnic el viernes por la noche en el parque María Reiche de Miraflores. Vino, fruta fresca, quesos, todo rico. Alrededor del mantelito, a la luz de las estrellas y con la brisa marina en los rostros, la selecta congregación GG en pleno. De lo más nice.
La charla, como siempre fue lo mejor de la velada y estuvo llena de sorpresas. La primera fue la inesperada llegada de Mamá Tru a la ciudad. Ella dejó su volcán, se trepó a un avión y llegó a tiempo al picnic para decir “presente” y servirnos la fruta. Así es mamá Tru, toda una mamá. Adri Chanchitos, también miembro activo del clan nos contó con alegría que a Luis Mustang, su parejo, lo subieron al ascensor en su trabajo. Todas felices. Mi tía Amelia nos reveló su alergia a las hormigas africanas y yo no tuve nada nuevo que decir. En realidad, mucho no dije porque me dediqué a comer tostaditas de queso con dulce de aguaymanto, deli.
Sintiendo el crujido de las tostadas en mi oído medio, mientras las masticaba, me perdí en mis pensamientos: “la vida es un picnic: es un mantel con un montón de cosas encima para compartirlas, puedes probar algo y si no te gusta mucho pruebas otra cosa, hasta que te quedas con lo más rico y eres feliz” Luego miré la oscuridad del mar por detrás de los arbustos y me dije: “Ser feliz es una elección, sin duda”. Luego me tomé un delicioso vino blanco que mi tía Amelia nos llevó. No mucho porque tenía planes de manejar y a Massty no le gusta el olor de gente que ha bebido. (Massty-car es como se llama mi autito)
Cuando se levantó la sesión se acabó la seriedad y nos fuimos corriendo a los juegos infantiles para no perder contacto con nuestros “chavitos interiores”. Luego nos despedimos y regresó, cada quien, a su agenda personal.
La mía consistía en irme al Sur con Jaidi y Picuruta, escribir alguna historia oscura en mi vieja lap top, tomar baños de luna y finalmente dormir.
Al día siguiente (sábado), el espectacular gringo, con sus rayos se metió por mi ventana y me despertó a cachetadas. Terminé de escribir un par de ideas en mi vieja, viejísima lap top. Luego me fui con Tía Amelia, Rox y Adri Chanchitos a tomar sol y a llenarnos de arena los pies hasta que nos dio hambre. Qué como me encontraron ellas, pues siguiendo la pista que dejó Massty dieron con mi refugio de verano.
Por la noche, me fui con el asesor de modas de mi tía Amelia y otros 3 amigos a un concierto de música reagge. Había tanta María en el ambiente que la euforia nos invadió a todos y nos provocó decir salud una y otra vez. Cuando acabó el concierto las bebidas espirituosas tomaron la posta de María y seguimos bailoteando hasta que recuperé la cordura y decidí regresar a mi refugio. Por cierto, me encontré con muchos conocidos esa noche y con alguien especial a quien hace tiempo quiero prepararle una rica cena.
El domingo regresé del sur a tiempo para almorzar con mi mami y para ir luego a un show misceláneo al que me había invitado Rox. Hubo de todo en el show: danzas japonesas, peruanas, modernas pero lo mejor fue una espectacular performance de tango, con esa me quedé. Como en el picnic: probé de todo para quedarme con lo que más me gustó: mis tostaditas de queso con dulce de aguaymanto. ¿Porque se eso se trata la vida no?
La charla, como siempre fue lo mejor de la velada y estuvo llena de sorpresas. La primera fue la inesperada llegada de Mamá Tru a la ciudad. Ella dejó su volcán, se trepó a un avión y llegó a tiempo al picnic para decir “presente” y servirnos la fruta. Así es mamá Tru, toda una mamá. Adri Chanchitos, también miembro activo del clan nos contó con alegría que a Luis Mustang, su parejo, lo subieron al ascensor en su trabajo. Todas felices. Mi tía Amelia nos reveló su alergia a las hormigas africanas y yo no tuve nada nuevo que decir. En realidad, mucho no dije porque me dediqué a comer tostaditas de queso con dulce de aguaymanto, deli.
Sintiendo el crujido de las tostadas en mi oído medio, mientras las masticaba, me perdí en mis pensamientos: “la vida es un picnic: es un mantel con un montón de cosas encima para compartirlas, puedes probar algo y si no te gusta mucho pruebas otra cosa, hasta que te quedas con lo más rico y eres feliz” Luego miré la oscuridad del mar por detrás de los arbustos y me dije: “Ser feliz es una elección, sin duda”. Luego me tomé un delicioso vino blanco que mi tía Amelia nos llevó. No mucho porque tenía planes de manejar y a Massty no le gusta el olor de gente que ha bebido. (Massty-car es como se llama mi autito)
Cuando se levantó la sesión se acabó la seriedad y nos fuimos corriendo a los juegos infantiles para no perder contacto con nuestros “chavitos interiores”. Luego nos despedimos y regresó, cada quien, a su agenda personal.
La mía consistía en irme al Sur con Jaidi y Picuruta, escribir alguna historia oscura en mi vieja lap top, tomar baños de luna y finalmente dormir.
Al día siguiente (sábado), el espectacular gringo, con sus rayos se metió por mi ventana y me despertó a cachetadas. Terminé de escribir un par de ideas en mi vieja, viejísima lap top. Luego me fui con Tía Amelia, Rox y Adri Chanchitos a tomar sol y a llenarnos de arena los pies hasta que nos dio hambre. Qué como me encontraron ellas, pues siguiendo la pista que dejó Massty dieron con mi refugio de verano.
Por la noche, me fui con el asesor de modas de mi tía Amelia y otros 3 amigos a un concierto de música reagge. Había tanta María en el ambiente que la euforia nos invadió a todos y nos provocó decir salud una y otra vez. Cuando acabó el concierto las bebidas espirituosas tomaron la posta de María y seguimos bailoteando hasta que recuperé la cordura y decidí regresar a mi refugio. Por cierto, me encontré con muchos conocidos esa noche y con alguien especial a quien hace tiempo quiero prepararle una rica cena.
El domingo regresé del sur a tiempo para almorzar con mi mami y para ir luego a un show misceláneo al que me había invitado Rox. Hubo de todo en el show: danzas japonesas, peruanas, modernas pero lo mejor fue una espectacular performance de tango, con esa me quedé. Como en el picnic: probé de todo para quedarme con lo que más me gustó: mis tostaditas de queso con dulce de aguaymanto. ¿Porque se eso se trata la vida no?
Faltó una foto en los columpios. Ese trío! Maric, Rox y ese Polo rayado es la niñita Rous.
5 comentarios:
Que paja Rous!! es cierto, tuvimos una semana muy pero muy activa...cada una con sus cosas y obligaciones y sin parar inclusive hasta el domingo...
..por cierto, me gustó la charla que nos mandamos en el restaurant de CCPJ a donde debemos regresar por esa "sopita a la criolla" que la hacen...Mmmhhh!! super-deli (hacer gesto con cara de Gastón Acurio..jaja)
No hay nada como una noche tranquila, una vista maravillosa, rica comida y la mejor compañia del mundo. Que mejor que estar rodeada de personas inteligentes, empaticas y alegres. ¡Son excelentes momentos los que pasamos juntas!
Y siempre haciendo nuestra pequeña travesuraaaaa
Jaidi.
AY Jaidi!!!! (JAidi es como Heidi ¿la niñita del abuelo y copos de nieve?, esa misma)
Me moría de frío, me daba calambre, las hormigas me picaban y los chanchitos se paseaban por mis tostadas antes de comermelas...sin embargo no cambiaría por nada lo feliz que fui en el picnic.
Tía Amelia
Ya ven que mi tía Amelia no era producto de mi imaginación... existe, ella existe!!!!
Publicar un comentario