lunes, 2 de marzo de 2009

De su mano



Otro recuerdo feliz: yo a mis cuatro años sentada en el piso de la cocina llorando asustada mirando fijamente la puerta esperando a que ella aparezca para consolarme y decirme "ya pasó".
Ahora a mis 30, con la frialdad del piso de la cocina trasladada a mis manos y a mis uñas por morder, las lágrimas suspendidas y un soberano miedo de adultos (de ese que nos cruza de brazos, que nos tapa los oídos y nos cierra los ojos) sigo mirando la puerta, esperando que se abra para que ella, como siempre, aparezca y me diga, con el mismo amor: nada tienes que perder, que tus pensamientos no te atormenten, respira de nuevo, no dejes de sonreir, no apagues esa luz , no temas porque ya pasó y siempre pasará.

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Hace mucho no escribo sobre ella. Hasta hoy, en que he decidido no malgastar nuestros momentos en heridas ni resentimientos porque alguien importante para mí me lo recordó: "no siempre la vas a tener".


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Yo: "Gracias mamá, hoy me aclaraste mucho. Te quiero"
Alis: "Me alegra hija"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Rous... no es mi mano en esta oportunidad, eres tu misma redescubriendo tu unica y verdadera identidad...y me alegra muchisimo que sea asi, no te imaginas cuanto!
la verdad es una sola,asi como nuestra identidad y la vida es tan generosa que nos permite descubrirnos oportunamente.
Y...a medida que caminanos... nos redescubrimos una y otra vez...y en este camino los miedos no caben...porque hay una sola oportunidad para cada momento.
Debemos estar siempre atentos, despiertos!
Te amo... despues de DIOS
Alis

Rous dijo...

love you too mommy!