viernes, 27 de junio de 2008

Una fábula más...



Luego de correr como loca en el bosque de la Caperucita Roja y el bondadoso y mal entendido lobo, me senté sobre una piedra y respiré. Me entretuve levantando piedras pequeñas y descubriendo insectos debajo de ellas cuando de pronto apareció un corderito con su campana y detrás de él Jaidi gritando ¡Copos de Nieve, no te vayas tan lejos. Si te vas igual te buscaré!
Y así conocí a Jaidi, buscando a corderitos perdidos. Entonces le dije: sé mi amiga y ¡Corramos!

Luego de correr como locas en el mismo bosque, llegamos a la casa de la abuela de la Caperucita Roja y tocamos a la puerta para pedir posada. Pero la abuelita no estaba. Nos recibió, con su delantal, Mamá Tru. La casa estaba calientita y nos preparó cosas ricas.
Así conocí a Mamá Tru, engriendo a niñas que corren como locas buscando posada. Entonces le dije: sé nuestra amiga y ¡Corramos!

Luego de correr como locas las tres. Nos sentamos sobre una piedra más grande aún y ahí les conté un cuento a las dos: El cuento de la Caperucita Roja y el bondadoso y mal entendido lobo...
Leche para el alma!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja Gracias mi querida contadora de cuentos.... :) cuando quieras te daré posada

Mama tru

Anónimo dijo...

Jaidi... estas ahi como toda una lecherita!!! igualita !!!

Rous dijo...

te quiero mamá Tru!