El perfume de Van Druten, si hubiera sido mujer.
Lo que le gusta a Vallejo con su vida y su querida muerte.
El veneno lento según Voltaire (y lo bebió por más de cuarenta años).
Negro como el demonio, caliente como el infierno, puro como un ángel y dulce como el amor, en la versión de Talleyrand.
Para esta mujer: euforia líquida, un segundo despertar, el más poderoso imán de ideas, quizá un sortilegio y; de todas maneras, el intermediario perfecto en una conversación honesta.
3 comentarios:
También me encanta el café, además porque ayuda a que me pase la migraña ;)
Rox
Es una gran delicia!
Gracias mis cafeteras!!!
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